Secuestros hospitalarios
Sucedió con Mirie Avila el viernes, septiembre 13, 2024 Caramelos Ajolotito, Holy Crap, Newspaper, Vic
Cuenta regresiva
Sucedió con Mirie Avila el jueves, mayo 23, 2024
Esto del embarazo ha sido un viaje. Lo estoy disfrutando mucho, a pesar de que conforme se acerca el final empezaron las incomodidades: desde abril mi cadera me duele horrible, siento perfectamente cómo se separan mis huesitos para dar paso al bebé, sobre todo cuando camino mucho o estoy mucho tiempo de pie. También en estas últimas semanas me estoy sintiendo más rellena.
De hecho ha sido bastante gracioso, no fue sino hasta los siete o casi ocho meses que se comenzó a notar mi barriga en serio, aunque sigo sin subir de peso, pero cuando comenzó lo hizo sin parar durante un tiempo. De verdad cada día que amanecía podía notar que estaba más redonda que cuando me había ido a dormir. Ahora creo que ya no crece, sólo se siente más rellena. Pero es más incómoda esa sensación, porque siento que yo misma ya no quepo dentro de mi mismo cuerpo. Es muy gracioso a decir verdad.
Sobre todo porque a pesar de todo eso, la verdad no quisiera que se acabe. Leo/escucho mucho en Internet sobre gente que "cuenta los días" para ya tener a su bebé entre sus brazos. Y no es que yo no quiera, pero la verdad es divertido lo consentida que me tiene todo mundo desde que estoy embarazada. Es gracioso cómo me cuesta trabajo hasta la más mundana de las tareas (como levantarme de la cama o el sillón). Sentir pataditas (que a veces son más bien golpes de karateka que te toman por sorpresa) y que se te mueva el relleno también es divertido. Y estoy durmiendo muchísimo, algo que hasta donde sé ya no podré hacer durante un buen rato, así que también está eso.
Pero, invariablemente ya comienza la cuenta regresiva: mañana cumplo 36 semanas y se supone que la bebé tiene que nacer en la semana 38. Todavía no tengo la menor idea de cómo va a funcionar ese show, pero ojalá sea parto vaginal. Aunque he oído que inducido duele aún más, y que luego de eso hasta ir al baño es una tortura, y ya no vuelve una a ser la misma, siento que sería menos incómodo que tener una abertura de siete capas de mi pielecita y encima tener que atender un bebé gritón. En fin, ya se verá qué sucede. Últimamente estoy soñando con eso a menudo, creo que mi cerebro intenta hacerse a la idea de lo que tiene que enfrentar, el pobre.
Lo único que me alegra de que ya casi reviento es que ya no tendré que ir tan seguido al médico. Estoy harta de ir al doctor, en especial porque por cuestiones de la incapacidad en el trabajo tuve que asistir al IMSS y todos sabemos que eso es horrbie de por sí. Encima me mandaron a La Raza y, a pesar de que mi mamy me lleva, sigue siendo horrible ir hasta allá, sin contar con que cuando tengo que ir normalmente son dos o hasta tres días seguidos y obviamente a horas indecentes en su mayoría. Odio los laboratorios, sobre todo. Y encima mis controles normales del bebé. Ugh. Ojalá cuando ya lo tenga no tenga que ver a un doctor en un año.
En fin.
También como ya casi reviento, hace dos semanas hicimos el baby shower. La verdad es que tenía mucha flojera porque no soy fan de los juegos de baby shower, no soy muy buena anfitriona, sentía que teníamos muchos invitados para el espacio disponible y además no sabíamos qué dar de comer, pero al final las cosas se fueron acomodando solas. La familia de Vic es un sol y nos ayudó mucho, en especial su prima Elizabeth. Ella organizó prácticamente todas las actividades, su familia se organizó para llevar un guisado y un refresco cada quién, y hasta el clima estuvo bien ese día: no llovió pero parecía, lo cuál ayudó a que no hiciera el calor infernal que ha estado haciendo todo el mes.
Al final fueron los que tenían que ir y estuvieron los que tenían que estar, el lugar alcanzó a la perfección, y yo me divertí mucho decorando con ajolotitos tiernos y globos. Ah, y además nos fue súper bien con los regalos. Ya tenemos casi todo lo indispensable y eso que nosotros no hemos comprado casi nada.
En otras noticias, mi marido y yo ya tenemos cinco meses de casados y somos los más felices. Ya nos adaptamos a la rutina de fin de semana de preparar comidas, ir al mercado y hacer ajustes de la casa aquí y allá. A veces jugamos con el switch, otras tenemos que ponernos al corriente en algo del trabajo, y en otras ocasiones vemos series o vamos al cine. Aunque vamos a tener que adaptarnos a los cambios cuando Nitzia ya esté aquí. Ya nos habíamos hecho a la idea de que luego de la cuarentena nos iríamos a vivir a solos porque nos habían ofrecido un departamento a súper buen precio y en un excelente lugar, y a la mera hora sólo jugaron con nuestros sentimientos y se nos cebó.
Bueno, para ser sincera yo todavía no me hago del todo a la idea. Definitivamente quiero hacerlo: me encanta la idea de tener mi propia casa y mi propia familia, ni hablar de despertar con mi marido todos los días (no amo nada en este mundo más que esa sensación). Pero también me ha resultado doloroso dejar el nido. Pensé que antes no quería por no dejar a mi mamá con la ogro de la abuela, pero la verdad es que en el fondo sólo es difícil dejar sola a mi mamá, y hasta cierto punto dejar de ser hija. Es algo con lo que hasta ahora no me había tenido que enfrentar y verga que es un curita que está doliendo arrancar. Pero bueno, trabajo en ello. Tampoco es como que nunca la voy a volver a ver ni nada ¿No?
Aún así, el otro día empezamos a ver departamentos y la verdad es que es muy divertido. Es horriblemente complicado rentar en la ciudad porque piden muchos requisitos, algunos medio cabrones como tener un aval con propiedades en cdmx, y hasta comprobar que gana uno mínimo el triple de lo que vale la renta que ya de por sí son caras, pero, no sé, eso de ver lugares con Vic me ha parecido tierno y lo disfruto. Al final creo que vamos a tener que esperar otro poco porque es un gasto un poco de sopetón y ahorita aún nos falta un poco para completar lo del parto, más los gastos de que llegue la bebé como la cuna y cositas así. Pero ya llegará el día.
De momento supongo que seguiremos como hasta ahora, o quizá venga a dormir más días y no sólo el fin de semana. Algo se nos ocurrirá. Probablemente venga a platicarles más cuando ya tenga una pequeña chillona entre mis brazos.
¡Hasta entonces!
Pd: deseenme suerte, ya me está dando el nervio con el parto jaja
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- Mirie Avila
- Ésta soy yo, y yo soy Mirie. 95% del tiempo no hay nada en realidad, no hay moraleja o victoria, ni siquiera un beso de buenas noches. Tan sólo una chica sin mucho que contar pero con los dedos llenos de palabras, puedes tomarlo o dejarlo, pero si lo dejas perderás el otro 5%, que es la maravillosidad en sí misma. Craso error.
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