Últimamente he escuchado mucho esta terminología pero ¿Saben qué? Que creo que nadie tiene ni idea de qué es un “verano productivo” sin importar lo mucho que predique de él. Por eso decidí que sería buena temática para traer al blog, aunque a decir verdad yo debería estar estudiando para educación para la salud, que mañana tengo examen final disfrazado… pero que va.
Un verano productivo es aquél que te permite crecer como persona, a tu ritmo.
¿Que cómo se crece como persona? Eso es todavía más fácil de definir: experiencias nuevas, gente nueva, constante aprendizaje, descanso y relajación… aunque vamos que nada por la fuerza, sin pasión pocas cosas en la vida valen la pena y de nada va a servir tanto consejo si no disfrutamos, tal cual, lo que sea que decidamos hacer.
Aprende algo nuevo.- ¿Ésos cursos a los que por curiosidad o realización personal siempre has querido asistir? o incluso si tienen algo que ver con tu área de estudio o de trabajo: créeme, ahora es cuando. Piano, violonchelo, canto, redacción, manualidades, baile de salón, tae kwon do, yoga, elaboración de cocteles, comida italiana, algún idioma extranjero… hay un sin fin de actividades que pueden agradarte que casi estoy segura que lo que hacen falta son veranos. Sin embargo, llévala con calma, recuerda que el objetivo de las vacaciones es tomar un respiro y si te anotas en diez cursos de sopetón vas a terminar más estresado que cuando trabajas horas extras.
Lee, lee, lee.- Algo de lo que yo suelo quejarme es de que normalmente apenas se puede leer en el transporte público, o bien cuando se está haciendo una fila, sin embargo el cuento cambia durante las vacaciones ¿Podrías decir que no a una sesión de lectura a medio día tumbado en el sofá, con una bebida refrescante? Yo creo que no. Verano es un buen momento para dar una vuelta por las librerías o bien, quitarle el polvo al ejemplar que compraste en octubre y no pudiste ni sacar del empaque. Si todavía eres de los que opinan que leer es un asco no te creas, en cuanto comiences a leer cosas por puro gusto o interés en vez de por obligación verás que es de lo más maravilloso.
Convive.- Puede que suene un poco contrario con mi primer consejo, pero no sólo se trata de conocer gente nueva con intereses similares, no hay porqué olvidarnos de la familia. Normalmente apenas nos acordamos de ella o incluso el resto de la familia apenas se acuerda de uno, así que lo mejor es convivir ahora que tienes el tiempo. Visitar a los abuelos puede ser buena opción, o a la familia que vive en el otro lado del país, o llevar al primo suertudo que cumple años en el verano a tomar un par de tragos o a tus sobrinos al parque por mencionar solo unos ejemplos.
Un trabajo de verano puede ser la opción.- Especialmente si estudias como es mi caso; ya sabrán los que leen mi blog habitualmente las ganas que tengo de trabajar de mesera en alguna cafetería pequeña, aunque esto de trabajos de verano hay para gustos. Además de que un dinero extra nunca viene a mal. Tan solo se trata de buscar algo que te interesaría hacer, muchos lugares suelen contratar gente extra en el verano precisamente porque saben que hay gente joven con entusiasmo que cuenta con tiempo extra durante la temporada.
Sal con tus amigos.- Los ves todos los días en la escuela o el trabajo, pero nada se compara como un tiempo de calidad, especialmente si tienes aquél circulo de amigos por más reducido que sea. ¿Qué tal organizar un campamento? A cualquiera se le antoja escapar de la ciudad un rato, aunque si no es posible también pueden organizar una tarde de películas o qué tal aprovechar la ciudad en domingo y dar un paseo en bicicleta por reforma, o visitar museos y exposiciones aprovechando que en la ciudad de México hay más de 150 museos. En fin, cosa de cada cuál.
Como dije, son apenas un par de ideas que se me ocurren a mí para hacer de las vacaciones algo más que tiempo muerto entre un año y otro; como último consejo les pediré que no se olviden del ejercicio, la relajación, las mascotas y de hacer cosas sustentables, como enviar a reciclaje los cuadernos del ciclo que terminó
Finalmente, sabrán que sus vacaciones fueron productivas si de vuelta a la rutina no eres de aquellos que responden “no mucho” cuando les preguntan qué hay de nuevo.