Nunca he tenido novio con el propósito de casarme, yo sólo quiero que me quieran. Ven acá, bésame, quiéreme y no me embaraces. ¿A qué edad comienza uno a pensar en eso? ¿O es algo que sólo pasa cuando sales con alguien el tiempo suficiente? Sofía y Arishaí están casados en mi diccionario desde 2011, sin boda ni nada, pero yo no puedo mantener a alguien a mi lado por más de siete meses ¿Qué me hace pensar que alguien va a estar lo suficientemente loco para casarse conmigo y formar una familia? De todos modos: ¿Por qué me gustan tanto esas mierdas de novela romanticona? ¿No es vida la vida sin ellas?

¿Que por qué me estoy preguntando todo esto? Bueno… Para empezar, el próximo domingo cumplo 25 años. Todavía en la prepa decía que quería casarme a los 25 y tener hijos a los 27. Ahora me rio muchísimo. Aún si tuviera a alguien, justo ahora nomás no. Necesito terminar la tesis y conseguir un trabajo por si no tarda en terminárseme lo que yo llamo la beca abuela, pero aún si no, lo que quiero es entrar en el Servicio Exterior Mexicano, donde una vez que entras es hacer carrera ahí por siempre, excepto que no quiero trabajar en un mismo lugar toda la vida así que necesito al menos un trabajo antes de eso, en el sector privado de preferencia. ¡Ah! Sin mencionar que quiero terminar economía, así que tendría que trabajar y estudiar en paralelo. Casarme no cabe en esos planes por donde le busque.

Pero en realidad la culpa la tiene Loui. Resulta que lo que pasó con la tal Lorena (aunque estoy segura de que hay más en esa historia de lo que sé) es que ella quería una familia, y él lo que quiere es hacer su doctorado, conseguir renombre, irse a otro país, ya saben, dejar marca en el mundo. Yo lo entiendo, pero ella no lo hizo, así que terminaron. En menos de un mes la tipa ya tenía otro novio, y en nada ya tenían un hijo (A eso le llamo ir por lo que quieres ¡Ja!). Por eso Loui no quiere nada serio conmigo, sabe lo que quiere y si no estaba dispuesto a renunciar a eso por ella,  a quien se ve que adoraba, no va a cambiar de opinión por mí, que soy yo y mi segúndo nombre es Opción B. Enterarme de todo eso me puso a pensar en qué tan dispuesta estaría a renunciar a tener una familia si Loui y yo fueramos algo (que no lo somos).

Tampoco es que quisiera que él cambiara de opinión. Este año vi una película sobre Yuriy Gagarin en la que su mujer trata de hacer un complot para que él deje ese “sueño loco” de ir al espacio. Cuando era lo que el fulano más queria en el mundo. Me enojé tanto que hasta lo tuiteé. También es la razón por la que odio a Pepper Potts desde Iron Man 3. Sí, quizá ya estaba rayando en lo obsesivo, pero fabricar armaduras era el modo de sobrellevar las cosas de Tony y ella lo obligó a deshacerse de ellas si quería que siguiera a su lado. Seriously?
Yo no podría, al contrario, soy la primera en la fila de porristas. El problema es que… Siempre he querido una familia. No mañana, no en tres años. pero la querría, y eso del renombre tampoco son enchiladas. Quizá porque mi familia se fue al carajo cuando ya tenía edad para notar la diferencia entre el antes y el después y me gustaba cuando eramos una familia. No sé si esa es una razón válida para querer una familia, pero tan es así que mi hombre ideal sería alguien super cercano a su familia, así quizá podrían adoptarme en ella. Aunque últimamente también he pensado que no estaría mal ser el primer eslabon. De todos modos hace tiempo que para mí mi verdadera familia son mis coquitos.

El punto es que siempre he planeado tener hijos. Yo no pasé por esa etapa que parece natural en las mujeres de odiar a los niños. En ocasiones, cuando mis primos pequeños nos visitan y veo que mi tía Sara quiere volverse loca sí me he planteado si tres hijos son too much y tal vez podría conformarme con dos, pero hace siglos que planeo tener tres, incluso me gustarían dos hombres y una mujer, y hasta tengo los nombres también desde forever (aunque estoy dispuesta a negociar con el papá). Excepto que no siempre he visto en mi futuro al susodicho papá. Me gustaría, sí, por supuesto, pero vamos, con mi historial familiar y amoroso en realidad me he planteado varias veces que si a los 35 no tengo perro que me ladre buscaré embarazarme como lo hizo mi mamá. Podría aplicar la de Miranda Hobbes y decirle a un chico que me guste mucho: Oye, quiero un bebé, y ni siquiera tienes que hacerte cargo. O adoptaré; porque la última vez que fui al ginecólogo descubrí que tengo alta una hormona que dificulta el embarazo, además de un par de quistes que aunque pueden ser normales también pueden no serlo y que no he podido revisarme. Ja. No sigan mi ejemplo niñas, vayan al maldito ginecólogo.

En fin. El punto es que nunca me había planteado no tener hijos. Tampoco estaría tan mal, considerando que dada mi elección de carrera siempre me he visto como la típica madre que apenas pasa algo de tiempo con sus hijos, aunque les de todo lo que pueda darles. Seguramente me reclamarían por no pasar tiempo con ellos, y más si no tienen padre, y mi mamá siempre me ha amenazado con que ella no va a cuidarlos por mi y lo triste es que le creo. Ja. Entonces… no sé, tal vez no tener hijos haría todo más fácil. La pregunta es si estoy bien con esa perspectiva.

En realidad, la verdadera pregunta es por qué me hago tanto lío por algo que no va a pasar. Loui y yo seguiremos como estamos hasta que se vaya de intercambio, si bien nos va, y entonces a otra cosa mariposa. Pero para eso todavía tenemos que sobrevivir al estrés de volver a clases, ya les contaré en otro post porque esto ya parece la biblia: siento haberlos hecho leer tanto, pero me entró una perra curiosidad cuando descubrí que nunca me había planteado no tener una familia. ¿Ustedes se han planteado las dos opciones? ¿O siempre han visto una sola cara de la moneda como yo? ¿Estarían dispuestos a renunciar a sus sueños por alguien a quien quieren?