Entre tanto darle vuelo a la hilacha conoce uno muchas personas nuevas. Con algunas conectas mejor que con otras, pero eventualmente hay clicks que incluso te sorprenden. Algunos porque son como fuegos artificiales, otros por la facilidad con la que fluyen y van funcionando sin necesidad de hacer nada. Eso me pasó con Vic.

Las cosas fluyeron tan rápido que cuesta un poco explicarlo. Sólo sucedió. Nos conocimos a principios de diciembre, la plática aunque casual era muy interesante, eventualmente me invitó a salir. Fuimos al cine a ver Noche sin Paz (chulada de película jaja) y después por un café. Todo muy casual y divertido. No nos besamos hasta que fue hora de despedirse, me trajo hasta Pantitlán en el metro. Nos quedamos con ganas de más.

La semana siguiente nuestros trabajos se pusieron de acuerdo para darnos el día libre y en cuanto nos dimos cuenta no pudimos evitar armar un plan juntos, en especial porque con las fiestas decembrinas literal a la vuelta de la esquina quién sabe hasta cuando habríamos podido vernos de nuevo. De hecho yo tenía una alergia terrible ese día, pero me emocionaba tanto verlo (en especial porque si no era ese día, sería hasta enero, pasando reyes, cuando el regresara de visitar a su familia en Chiapas). que no me importó y me fui así, aunque durante la cita estaba muerta de vergüenza por las deplorables condiciones en las que se me ocurrió ir. Estaba afónica, moquienta y luego de comer caldo: sudorosa. Jajaja. 

Fuimos a conocer el Bosque de Aragón. Él lo conocía porque iba de pequeño, pero hacía años que no lo visitaba, y yo ni siquiera estaba segura de dónde estaba. Resultó ser una idea increíble porque el lugar está bonito, era un viernes así que estaba tranquilo y pudimos caminar y platicar a nuestras anchas. En eso se nos fue casi todo el día. Después fuimos a comer en una fonda de por allí cerca: una casa con el patio acondicionado como restaurante que tenía una comida deliciosa, nutritiva y a buen precio.

Durante la plática salió el tema de que ese día en la noche iba a hacer un intercambio de regalos con su familia cercana (su papá, su hermano, y la familia de éste) pero lo había olvidado por completo, así que me ofrecí a acompañarlo a una plaza que vi camino allí, para ver si encontraba algo. Terminamos yendo a Encuentro Oceanía y a pesar de que literal lo único que hicimos fue buscar los regalos, nos la pasamos increíble ahí también. 

La verdad es que sigo sin explicarme cómo le gusté a pesar de las condiciones deplorables en las que me encontraba ese día, o de que a ambas citas llegué tarde (esa ocasión mucho más que la primera), pero cuando estábamos por irnos nos sentó en unas banquitas que estaban cerca del árbol de navidad y entonces me dijo que a él sí le interesaría lo de ser pareja y conocerme y que lo conozca. Fue súper romántico sobre todo porque no me lo esperaba en absoluto, pero ya hemos establecido que a mi también me gustaba bastante para entonces así que por supuesto que dije que sí.  

Por cierto que tiene 28. Jamás había salido con alguien más joven que yo, y creo que nadie entiende el pequeño corto circuito que me causó el asunto, pero fue algo que me hizo tanta gracia que no podía dejar de decirle Colágeno en cuanto entendí que me estaba gustando. Obviamente no se lo decía a él, él fue el primero en hacer menos los dos años y medio que le llevo.

Pero estoy increíblemente contenta. Me gusta mucho la sensación que me deja, aunque es complicado explicarla. De cierto modo nunca me había sentido igual, quiero decir, no es la emoción loca que suelo sentir, es más como un calorcito que se expande en mi pecho y me hace sonreír como idiota y sentirme... no sé ¿contenta? ¿en paz? Siento que a pesar de que las cosas se fueron dando súper rápido, los sentimientos han ido echando raíces poco a poquito.

Vic me da un montón de ternura, me llena de besitos. Además me encanta cuando me cuenta cosas: se emociona mucho y suele hablar muy rápido, y contar varias cosas a la vez, no sé, es como ver una pelota de pinball rebotando, y me encanta. Y joder con lo guapo que es. Y lo bien que la pasamos en la cama. Juro que tengo todo el mes buscándole algún pero y de momento no veo ni la mitad de uno. Es increíblemente lindo, me cuida, me muestra interés, nos reímos de las mismas cosas, y a pesar de que apenas y me conocía fue mi roble mientras mi mamá estuvo enferma y ahora que murió Moody.

Además, es como agua fresca en muchos aspectos, empezando por supuesto en que no esté siendo yo quien está detras de él en absoluto. Siempre ha sido todo cosa suya. Si a caso sugerí el plan de dos citas, pero siempre fue su idea invitarme en primer lugar También siempre que puede cambia sus planes por vernos. Ya conoció a los cocos y estuvimos tan cómodos y divertidos como si no fueran nuevos (jajaja, casualmente el mismo día la mitad de nosotros llevamos al novio nuevo). También me preocupaba qué fuera a decir él, porque no es lo mismo quién soy cuando estamos solos que darme cuerda con mis amigos jaja. Afortunadamente es un encanto y no sólo le cayeron bien todos como él a ellos, sino que me dijo que se la pasó súper.

Es curioso como todo ha pasado muy rápido pero todo por casualidades de la vida jaja. Lo de los Cocos fue muy espontáneo, y casi igual de espontáneo surgió un plan de sus primos y unos amigos suyos de salir de viaje y terminamos yendo a Xochitepec un fin de semana y pasándola increíble. Yo no quería regresar nunca. Fue extremadamente divertido todo: el paseo, las actividades, la compañía, Victor y yo. Pfft. Me hacía muchísima falta algo así. Con esas tonterías místicas del año nuevo chino hasta estuve reflexionando que si bien el año del tigre sí me dio unos buenos zarpazos, pasó a darme un premio por haber resistido hasta el final.


Me preocupaba que fuera demasiado pronto luego de mi anterior relación, pero salvo la sensación de que fui una tonta y debí irme de allí hacía siglos, ya nada de ese asunto me importa. Siento que al principio de nuestras salidas yo estaba un poco a la defensiva y desconfiada, pero su actitud me bajó las defensas, y como Víctor es un encanto tampoco era tan difícil. No he hablado con él porque no ha surgido el tema, espero que él tampoco lo considere problema, pero en realidad no me preocupa, una de las cosas que me gustan de él es que aunque es el novio más joven que he tenido es el más maduro, su mindset me gusta muchísimo.

En fin. Como me decía él el otro día, lo curioso de nosotros es que a pesar de que apenas nos conocemos se siente como estar con alguien a quien conoces de hace tiempo y que te entiende muy bien, y eso no pasa todos los días, así que celebro que nos pasara.