Les escribo desde la desesperanza, desde el saber que ya di de mi lo que había que dar y ver el barco quemándose de cualquier modo. Desde la orilla, por supuesto, porque cuando das todo lo que tienes ya no quedan ganas de culparte y hundirte con el barco honorablemente, sólo las de ver tu trabajo perder todo sentido preferiblemente con una copa de vino en la mano.

Me habría servido una para escribir esto si no me hubieran dicho que no podía luego de vacunarme. Porque sí, hoy me han vacunado. Cuando se vacunaron mi mamá y mi novio se me llenaron los ojos de lagrimitas de felicidad de sentirlos al menos un poquito más seguros, y no sé si a alguien le alivió como a mi que me vacunaran, pero sí se me llenaron los ojos de lagrimitas por mí también. Como si estuviéramos jugando las traes y hubiera tocado la base a salvo. De cierto modo fue así. Probablemente la base se queme muy pronto y tenga que seguir corriendo pero al menos puedo respirar por un momento.

En fin, volviendo a la metáfora: El barco es la maestría y yo todavía estoy sopesando si puedo apagar las llamas o si debería saltar y mirar todo irse al carajo desde lejos. Justo ahora no parece que me quede mucha opción.

Si alguno se perdió de la historia, el long story short es más o menos así: En primer semestre la tutora me hizo cambiar mi idea original de usar realismo como teoría, por geopolítica crítica. Luego se fue un semestre de sabático y no tuvimos ningún tipo de contacto hasta mi segundo coloquio (que es donde se presentan los avances semestrales de la tesis.) donde no se presentó en persona pero mandó correcciones diciendo que debía cambiar la teoría que ella me había dicho, ahora por teoría crítica. Eso mandó al carajo las 11 cuartillas de avance que había presentado y, con mis ya conocidos problemas de cableado, también me mandó al carajo a mí.

Cuando terminó ese coloquio hablamos por teléfono y sin escuchar en qué consistían me dijo que hiciera caso a todas las recomendaciones de los lectores. Después, cuando de algún modo que no tengo muy claro logré salirme del agujero y seguir con la vida y con el trabajo, logré presentar 13 cuartillas de un capítulo para el tercer coloquio. Es claro que no eran muchas pero mi trabajo me costaron, la crisis existencial que me pegó casi me hace mandar el posgrado a la mierda. Pero debieron ver la batalla campal que se armó por una tontería de cambio de título cuando sólo lo cambié porque ella me dijo que hiciera caso a los lectores. Anyway, volvió a importar un carajo lo que avancé porque en ese coloquio la tutora me dijo que ya no usara teoría crítica, que no era necesaria la teoría si tenía una metodología. Así que se fueron al carajo la mayoría de las páginas de mi esfuerzo pero al menos pude conservar una parte.

En ese mismo coloquio otro de los lectores, supongo que al ver que iba bastante atrasada por cuestiones metodológicas se puso prácticamente a dictarme las preguntas que según su consideración debería llevar mi trabajo de investigación. La tutora estaba presente en ese coloquio y en ningún momento se mostró en desacuerdo, por lo que me dediqué en el intersemestral a trabajar en ese nuevo proyecto. Cuando empezó el cuarto semestre, que fue hasta que FINALMENTE tuve clases con mi tutora, no hizo más que enojarse por los cambios y volverme a hacer empezar de 0. Tuve que regresar al tema que tenía a finales del tercer semestre, pero quitando la metodología que era lo único que se supone se había rescatado en aquel momento.

No tendríamos un problema en este momento si no se hubiera puesto mamona a final del semestre diciendo que no me iba a firmar mis informes semestrales porque no tengo una tesis que entregar cuando en su mayoría ella es la culpable de que no la tenga. Tengo más de 7 versiones del protocolo, tengo tres intentos de un primer capítulo, ella se supone que estaba consciente de que NO iba a tener algo listo a finales de semestre si me está haciendo volver a empezar tres meses antes. Pero no, el posgrado tuvo que intervenir para que finalmente se dignara a firmarme el informe. También tenía que firmarme una carta de prórroga para tener tiempo extra para entregar el borrador final y siendo que es algo que sólo debe de firmar ella me hizo acudir con los lectores (otros dos doctores encargados de revisar el tema de tesis) y dijo que si ellos me firmaban, entonces firmaba ella, porque ella jura que es culpa de ellos que esté atrasada por aquello de que no le gustaron los cambios, lo cual es una tontería porque esos cambios se hicieron hasta finales del tercer semestre y el atraso es mucho mayor.

En fin, que tuve una reunión con ellos el 17 de junio y me dijeron que si les tenía un capítulo de 35 cuartillas para finales de mes me firmarían la carta. Me encantó porque esperaba más empatía de ellos, sobre todo porque de algún modo los estaba defendiendo al decir que NO es culpa de ellos el atraso y que me molesta a sobre manera que la doctora se ponga en ese plan cuando ellos son los únicos que me estuvieron ayudando todo este tiempo, pero no, los dos se pusieron en un plan muy feo. Les comenté que me hice pendeja cuatro meses por la crisis existencial y Moisés no hizo más que hablarme de gente que la estaba pasando peor y era menos débil que yo, como Rodrigo que tuvo un derrame o Kyra y Jorge que tuvieron que regresar a su ciudad de origen y tal. Excuse you, la salud mental es igual de importante, y si eso me hace débil me importa una mierda. Indira, la otra doctora, me dijo que tenía que aceptar mi responsabilidad y no echarle la culpa a la doctora cuando eso era exactamente lo que hacía al mencionar esos meses en que YO no estuve de humor para hacer nada. También se pusieron a decirme que tenía que ser más autónoma cuando importa un carajo si todo lo que hago por mi cuenta es desechado. Argh.

Como sea. El punto es que estuve trabajando hasta las 4 o 5 de la madrugada todos los días de ese mes para poder tenerlo listo. Al final sólo conseguí completar 29 cuartillas, pero las envié de todos modos. Unos días más tarde envié el capítulo completo. No importó demasiado porque el día que envié el primer correo fue el último día de labores y por supuesto no me hicieron caso, como en todas las vacaciones; de hecho, fue necesario que pasara más de un mes de ese primer correo y dos correos de presión de mi parte para que por fin se dignaran a contestarme.

La mejor parte es que NO me firmaron la carta, sino que salieron conque la firmarían si la doctora estaba de acuerdo y me fascina cómo se están pasando la bolita a estas alturas porque eso mismo es lo que ella había dicho y se SUPONÍA que ya la firmaran para que la pudiera firmar aquella y ya pueda continuar con mi vida. Si no me quieren firmar una mierda mínimo díganme, pero no salgan con sus tonterías. La doctora ni siquiera se ha vuelto a aparecer. Le mandé el capítulo al mismo tiempo que aquellos y les apuesto lo que quieran a que ni siquiera se ha dado cuenta.

Argh, estoy muerta de coraje. Me caga que ya hice todo lo humanamente posible para terminar la estúpida maestría y sigo en el pinche limbo. Ojalá hubiera cambiado a la tutora desde la primera llamada (de muchísimas) hablándome como si fuera pendeja y ella inalcanzable. Ojalá me hubiera quejado a principios de semestre como había querido. Ojalá ni siquiera me hubiera metido al pinche posgrado para empezar. Pero sobre todo me caga que yo quería esta maestría, y a estas alturas creo que ya no va a ser. Ya estoy viendo opciones, no es la única pinche maestría en este país, pero sí me molesta que quemé mi cartucho con Conacyt y que dudo mucho que una carta explicando que yo me quería graduar pero que la situación que no está bajo mi control les sea suficiente.

Me lleva la chingada.

En fin. Ya les andaré contando más de mis penurias cuando y sí es que tengo alguna actualización, hasta entonces gracias por leerme mientras despotricaba, porque justo ahora odio todo y creo que se nota a leguas.