Soursweet

Últimamente no sé cómo le hace la vida pero odio todo un poquito aunque en general estoy muy… bueno, en español la palabra es contenta, pero eso me sigue sonando a feliz así que lo dejaré en el Zufrieden alemán, que se traduce como satisfecha y aunque tampoco es del todo la idea, se acerca más a lo que siento.

Estoy tragando un poco de orgullo y puedo confirmar que entre más grande, más amargo, así que por supuesto me sabe a billis. Resulta que como la mayoría de las cisañozas de mis queridas tías no terminó una carrera, no pueden con la idea de que yo esté estudiando dos con el dinero de su mamita así que ya le metieron ideas y no me han dejado inscribirme a economía este semestre. La excusa fue la tesis, pero seguro después de eso será el trabajo. En fin. El punto es que con todo el dolor de mi corazón he tenido que hacer mi trámite de baja temporal y aquí estoy.. Me he propuesto que sólo sea este semestre, pero a ver que tal resulta eso. Más me vale que bien porque apenas tengo el 14% de la carrera y ya quemé una de dos oportunidades de meter baja temporal. Me desespera muchísimo porque desde quinto año de la prepa estoy acostumbrada a hacer un montón de cosas a la vez y ahora estoy prácticamente de ni-ni, en especial porque hay momentos en que ni la tesis siento que avance, y lo odio como no tienen idea.

Con la tesis en realidad no me está yendo del todo mal. 27 cuartillas en poco menos de tres meses cuando había escrito 5 en un año no es nada deleznable, pero estoy sufriendo porque mi tema es mucho más grande de lo que pensé, y hace dos semanas que leo y leo y nada que escribo, y todavía no estoy segura de cómo acomodar toda esta maraña de ideas para que tenga sentido. Sigh. En fin, la verdad no está del todo mal, no todos tienen la oportunidad de ser tesistas de tiempo completo y cada vez es más obvio que necesito ese título cuanto antes mejor. La abuela cumple 87 este año y con la familia que me cargo, en donde falte voy a estar en serios problemas.

Creo que sólo no he perdido la cabeza porque las cosas con Loui siguen yendo bien, a pesar de que ya entró a la escuela y de repente ya es un manojo de estrés con el trabajo y todo. Mi cumpleaños fue como un upgrade en la relación: éste año no hice nada especial pero él me acompañó a comprar mi pastel y eso, y la conversación que tuvimos esa noche me hicieron el día. No lo voy a repetir, sencillamente digamos que dijo que logré rasguñar su coraza. La semana siguiente fuimos a Six Flags con su hermana y su sobrino. Aunque no me presentó como nada en especial, tengo la impresión de que atesora a su familia lo suficiente como para que no sea cualquier cosa que me llevara con él. Y el paseo me gustó mucho, aunque fuera por no quedar como una boba me animé a subirme a todos esos juegos a los que nunca me había atrevido y la verdad fue divertido. Cuando regresamos me dijo que me quiere. Luego del embrollo del día de su entrevista no habíamos vuelto a decirlo, salvo una o dos veces por escrito y en inglés. Desde entonces sale a menudo, y me agrada porque como técnicamente no me debe nada, es tranquilizante no tener que estarme preguntando lo que siente por mí. Muy mucho.

Nos vemos seguido, al menos una vez a la semana, y platicamos diario. A veces lo acompaño a su escuela y de hecho he estado escribiendo mi tesis mientras espero a que salga de clase, y no saben la gracia que me hace que escribo una tesis para la FCPyS de la UNAM en la UPIICSA del IPN. Me siento super clandestina y eso es muy divertido. En fin. Definitivamente ha sido un rodeo, pero el punto es que nos llevamos muy bien, y me alegra cuando no tengo mucho ánimo. Estoy tratando de vivir al día y no hacer muchos planes (cof, ilusiones, cof), por aquello de que él tiene equipaje y yo ya aprendí la lección de que eso es algo que sólo puede arreglar sólo, pero yo lo quiero mucho, y me alegra lo que sea que tengamos por el tiempo que lo tengamos.

Es geht.