Hablé con Alejo y estoy podrida por dentro.
No, no así, y ese es justo el problema. Que no sentí nada, que tengo una jodida semana esperando sentir algo, lo que sea, pero no, nada. Y ojalá fuera de otro modo porque entonces ¿Qué queda de mi? He estado agonizando por lo que pasó entre nosotros, o lo que no pasó y pudo haber sido por tanto tiempo que ya no sé quién soy sin eso. Y se ha esfumado.
¿Quién coño soy ahora?