Bat-Me and Roby

Tal vez por mi transtorno, tal vez porque sencillamente soy una zorra, pero el último año y pico me la he pasado de flor en flor, de ahí que realmente no haya hablado demasiado del amour con ustedes. Eso por supuesto cambió cuando conocí a Roby. Nos conocimos cuando fui arrastrada a un gamerbar de la Roma con el que yo no tenía nada en común mas que aquellos que me obligaron a ir, con engaños debo añadir.  Y allí estaba él, con todos los motivos para estar ahí. Hola, qué tal, qué asco de música ¿No? ¿Me das tu teléfono? Bingo.

Lo que empezó como algo casual pronto evolucionó a algo mucho más serio. Pfft. ¿Qué les puedo decir? Al parecer nos gustamos demasiado para dejar que fuera sólo algo casual. En realidad nos parecemos mucho. Incluso es más ególatra que yo, viva el egocentrismo. También es super leal, hasta me plantó en mi lugar después de su familia –mejor amiga incluída- desde el principio, pero de algún modo es refrescante escuchar las reglas del juego sin tener que descubrirlas. Además, me dice lo que piensa, y a mi me gusta la gente directa. ¿Su nombre? Roberto. Roby. I like it. Tiene 22.

Y es ALTO, en serio alto. Necesito tacones para estar con él y aún así puede rodearme los hombros con el brazo sin apenas levantarlo. Damn. Ugh, y besa que me derrite, maldita sea. La primera vez que me besó ya había algo entre nosotros, por mensajes obviamente, y yo no sabía si besarlo o saludarlo casual. Bueno, el señor fue directo por el beso, y no lo pude soltar hasta que noté que incomodamos al público involuntario jajaja. Tuvimos que recurrir al café para quitarnos las manos de encima. Los primeros besos luego de eso fueron al ritmo de Seven Nation Army y no sabía que esa canción podía sonar todavía mejor pero sí se puede. Nada mejor que unos besos con una buena rola de fondo.

El problema con Roby era que iba demasiado rápido. A la velocidad de la luz. Tenemos más de un mes platicando del diario, pero el niño me soltó el te quiero en un tris. Tenía una razón, por supuesto (dah, soy yo) porque tuvo un ligero traspie con cosas del trabajo y tener quién le echara porras le dio razones, pero… sencillamente no podía decirlo de vuelta, y me sentía una perra por desviar el tema cada que lo hacía. (Claro, hasta que el muchacho me tendió una emboscada y me llamó por teléfono, aunque sólo consiguió un “también” hasta bastante después). Lo interesante es que jamás se quejó. Su estocísmo y su insistencia finalmente dieron resultado eventualmente. Ni siquiera supe cómo o por qué, sencillamente salió.

En fin, entre eso y que me planeaba presentar a sus dos mejores amigos en la primera cita yo estaba por volverme loca, pero eventualmente encontró el freno. Y la verdad  es que me agrada bastante. Ahora resulta que oficialmente estamos saliendo, ya hasta les habló de mí a sus padres. Creo que es la primera vez que un chico le habla de mi a sus padres, al menos así. No sé, es divertido.
En realidad apenas y podemos vernos, entre las clases, mi tesis, su maestría y sus horarios Godín, creo que será novio de de vez en cuándo el sábado por la tarde, pero no me desagrada la idea. Los dos estamos contentos, supongo que es lo importante.

¿Qué tal su inicio de año? ¿Le ganan al mio? Lo dudo.

Edit:
Ésto estaba condenado a no funcionar por todo lo que ya les conté. Duramos como un mes, pero ha sido el break up más civilizado que he tenido, así que no quise borrar la entrada. No habría conocido a Loui de no ser por eso, así que tampoco me molestó del todo.