Voy a extrañar decirle provecho a todo el que pasaba después de las 14:30 y firmar el rondín de los policias a las 15:00. Voy a extrañar ir a la cocineta mil veces por café y hacer ruido con mis cajones.
Voy a extrañar el "Señorita" con el que me saludaba el chico guapo. En realidad, voy a extrañar al chico guapo. Al principio pasaba de mí, después comenzamos a saludarnos y ahora busca saludarme, a veces me hace la plática y siempre me encarga sus cosas (pudiendo caminar un poco más para dejarlas en su cubículo) con tal de tener pretexto para pasar de nuevo. Y pinches siempre huele muuuy bien.
Me gusta pensar que también le estaba gustando. En su fiesta de cumpleaños me dijo "qué bueno que viniste". Lo dijo dos veces, en realidad, y eso me hizo sentir casi tan bien como el que no dejara que la secretaria del jefe me molestara mencionando a su novia. No sé, fue divertido. Estabamos platicando los tres y la tipa sacó el tema de la nada, mirándome mientras hablaba con toda la intención de que me molestara el comentario "—Creo que lo que te tiene mal es lo de mudarte con tu novia" Pero el chico guapo se dio cuenta y sólo le dijo "—Tienes razón, mejor le digo que ya no hagamos nada" me sonrió y se fue a platicar con alguien más. Igual podría ser que estoy imaginando cosas, como suelo hacer, pero afortunada o desafortunadamente no hay más tiempo para averiguarlo y cuando menos me puedo ir con un dulce recuerdo. De hecho, está organizando con mi jefa una fiesta "sorpresa" para despedirme, pero shhh, nosotros no sabemos nada. Ya les contaré después del lunes.
En fin. También voy a extrañar a los chicos de la oficina de enfrente que siempre me hacían reír, y con quienes mejor me llevaba. Voy a extrañar ponerme nerviosa cada que alguien me preguntaba por alguno de la oficina, en especial si no sabía a dónde tenía que enviarlo. Voy a extrañar que mi cubículo esté donde pasa todo mundo y tener que esconderme para procastinar. Sobre todo voy a extrañar decir "¡Hasta mañana!" sabiendo que volvería a verlos a todos.
Me gustó mucho este trabajo. Aprendí tanto de comercio exterior que ya no creo necesario tomar la materia en la facultad, y a diferencia de cuando trabajé en el Senado, siento que pude aportar algo, y ver la parte práctica de mi carrera me hizo enamorarme todavía más de ella. Creo que lo que quiero decir es que no me había costado tanto dejar un lugar desde que salí de la prepa. Eventualmente, la facultad me hizo olvidarme de la prepa y vivir en el presente, ojalá que pronto consiga algo que me ayude a olvidarme de la Dirección General de Comercio Exterior, porque de momento siento que dejo un pedacito de mí allí.
Mientras tanto y para sufrir menos, el sábado por fin es el gran día del Corona Hell & Heaven Metal Fest para el que tengo mi boleto desde diciembre y del que Rammstein es telonero. No sé si ustedes saben pero yo AMO Rammstein y podría ir sólo por ellos, pero también estarán Epica y Amon Amarth, y creo que tendré un orgasmo musical la semana que viene. También vendré a contarles eso, no se preocupen.
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Siempre sí me armaron un (delicioso) pastelito de despedida, casi me hacen llorar. Hasta me tocó decirle a la nueva qué tenía que hacer con el trabajo que terminé por cierto pero que no corregí. La mejor parte de la despedida fue que el chico guapo me abrazó un par de veces y yo fui muy feliz. No de irme, claro, pero les dejé mi tarjeta a todos esperando que algún día, cuando tenga el título, puedan volverme a ofrecer un empleo. Quizá si no tengo nada mejor en ese momento, regrese.
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