Sustos que dan gusto, o algo.

Oh dear. Tengo tanto que contarles que ni sé por dónde empezar, así que supongo que empezaré en la premier de Thor Ragnarok, que a estas alturas ya sabrán que era obligada para mí y mi montón de ricos cocos. Lo diferente fue que esta vez incluí a Loui en el plan. Yo nunca había llevado lo que en nuestro grupito denominamos un “agregado cultural”, léase que nunca había tenido la necesidad de que mi pareja y mis amigos se llevaran bien hasta ahora y no saben los nervios que he pasado creyendo que no iban a salir bien las cosas, y bueno, estuvo tan cerca que todo se fuera a la mierda que creo que eran nervios fundados. Para ser sinceros sí llevé a Laura una vez, pero fue en plan mejor amiga así que no cuenta.

En fin, el punto es que quedé de verme con Loui antes de recoger a aquellos niños y fuimos a pasar el rato en la casa mientras teníamos tiempo a solas, y todo muy bien hasta que el señor empezó a preguntar por mis ex parejas y a decir verdad yo ya pasé de aquellos, y como estábamos en el arrumaco y SU ex es algo de lo que no me gusta hablar cuando estamos así, no quise realmente hablar de eso, pero el niño es insistente así que sólo le dije el resumen: que mi segundo nombre es segunda opción pero que ya estaba acostumbrada a lo que él empezó a decirme que no dijera eso, que con él no era así y bueno, el “sí, tú” se me escapó.

Les juro que yo planeaba dejarlo ahí, pero ya les digo que el hombre es insistente y no me dejó en paz para que le dijera por qué lo decía hasta que le solté que por lo que hablamos en junio. Ya se imaginarán lo incómodo que se puso el asunto, en especial porque estabamos sólos. A él la verdad creo que lo agarré con la guardia baja y sólo atinó a abrazarme y decir que eso le pasaba por no poner las cosas en claro y que tenía razón, pero yo no sabía en qué se supone que tenía razón y si era en lo de segunda opción pues… ouch. Ya me iba a poner a llorar ahí así que me huí del abrazo y fingí que tenía que apurarme.

Bueno, no fingía del todo, eso pasó cuando ya teníamos que irnos así que cuando dejamos de hablar ya era tardísimo para pasar por aquellos niños. Tenía no sé cuántas llamadas perdidas de Guiomar, Cristal estaba perdida, y la mitad de algún modo ya estaba en el cine. Creí que iban a matarme. Y Loui se quedó mudo cuando regresé, sólo me dirigió la palabra para contestarme que no cuando le sugerí que no llevara su mochila, porque eso me sabía a plan de escape, así que ya se imaginarán que yo estaba al borde de la histeria. En realidad no hablamos en todo el camino al metro, y cuando llegamos sí me dijo que tal vez lo mejor era que se fuera pero lo hablamos un poco y se quedó. Eso me gusta mucho de él, siempre podemos hablar. A decir verdad creo que lo herí un poquito al haber dicho que me hacía sentir segunda opción, pero ¿Saben una cosa? Ni siquiera es él, es la situación. Es no saber. Es sentir que siempre tengo que estar moviendo cielo, mar y tierra para que las personas se queden a mi lado, es sentir que si doy un paso en falso, no importa cuántos haya dado por el buen camino, game over. Es no obtener el “Mirie, you’re amazing, quiero estar contigo”.

En fin. Decidimos que lo hablaríamos en la noche y fuimos por aquellos niños, que ya me habían visto llegar y seguro quería matarme con más razón todavía. Loui y yo seguíamos raros en el camino al cine pero una vez ahí casi toda la extrañeza se había ido, seguía el elefante blanco en la habitación y yo no quería que se acabara la película por no llegar a tener conversaciones que tal vez no quería tener, pero aún así me la pasé muy bien en el cine y en la casa cuando terminó la película. No lo hablamos ese día, pero nos besamos hasta quedarnos dormidos así que hasta logré dormir más o menos decentemente, cosa que no sucede cuando algo me sienta mal.

Al día siguiente si lo hablamos, lo más que se pudo porque ni Loui ni yo sabemos qué onda con nuestra vida aparentemente, ja, pero sí, aunque ustedes no lo crean y contra todas las probabilidades… parece que esta vez sí soy la elegida. Dije lo que sentía y Loui prefirió quedarse conmigo, sin peros, sin en caso de, sin Lorenas, sin excusas. No saben lo feliz que estoy. Diría que casi tanto que puedo morir ahora, pero considerando que el otro día me desmayé  y sigo sintiendome mal de repente, creo que mejor no tentaré a la suerte. Lo único que me falta es morirme ahora que por fin conseguí que alguien me elija ¿No?

Suena como algo que me pasaría a mi.

Bah, no es nada, fui al doctor y aparentemente es el estrés… de qué, es algo que me gustaría saber, pero supongo que de la tesis porque no haga nada productivo con mi vida además de eso. Según yo iba a terminar por estas fechas y sí me pega un poco que apenas llevo la mitad, pero sé que no me he estado haciendo pendeja (aunque mi mamá opine lo contrario) y ya saldrá cuando tenga que salir. Por cierto que en esa ocasión Loui vino de sorpresa después del trabajo a ver cómo estaba, con todo y que justo era el día más pesado para él, así que no saben cuánto más lo adoré por eso.

¡Ah! Y el montón de ricos cocos no quiso matarme después de todo, y aunque por obvias razones estuvimos un poco en nuestra burbuja esa noche, al día siguiente fuimos a desayunar con Sofi, Arishaí y Chivito, así que son los que convivieron más con Loui, y todos se cayeron bien, hasta ya lo echaron de menos porque no irá a la premier de Star Wars con nosotros y también me tiene muy contenta que lo adoptaran tan rápido. Ahora mi único problema es que esto es la dimensión desconocida y yo no sé cómo funciona y que alguien me explique. HALP.

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