Por fin terminaste la tesis ¡Muy bien! Eres fabulosa… Aunque eso ya lo sabíamos, no necesitabamos la tesis para comprobarlo. ¿Y luego? ¿Qué vas a hacer ahora? Lo que sea que hacíamos antes de eso, supongo, ¿No? Err… espera, ¿Y qué era lo que hacíamos? Te tomó once meses desde que por primera vez te sentaste a escribir hasta que terminaste, pero tenías un tiempo ya pensando en eso. Ya no puedes ni recordar qué hacías con tu vida antes.Patético.
Tengo ganas de disfrutar un rato. Todavía no me entra el veinte de que terminé. El estrés de terminar que se juntó con el estrés de fin de semestre todavía te pasa factura. La falta de aire, la tensión constante, el resfriado extraño… aunque ya te llegan oleadas de alivio. Perder el tiempo había significado el regaño mental automático “debería estarme apurando”. Ahora llega el regaño, pero es interrumpido por un “wait, ya no tengo que apurarme, ya terminé” y ahí es cuando el alivio se siente, aunque cuesta acostumbrarse a él.
Ok, descansar… ¿Y luego? Vamos, eres tú, y para alguien que está acostumbrada a tener la vida planeada este nuevo “¿Y ahora qué?” es casi tan estresante como la tesis. Sí, quieres descansar, pero necesitas dinero. ¿No querías irte a Rusia el año que viene con tus amiguitos del grupo? No tienes un centavo. Además, la abuela se ve bien pero tienes que pensar en que no sabes cuánto vaya a durar: No tienes en qué caerte muerta. Meh, podríamos meternos de mesera y ahorrar dinero… aunque en la familia van a hablar. Terminó la carrera para eso, bah. Qué les importa. No nos importa lo que digan, pero vamos, el problema es que tú también lo piensas. ¿A dónde irías, de todos modos? ¿De verdad quieres seguir yendo a CU y volver arrastrándote? Si lo haces en el pueblo no gastarías en pasajes, pero el único lugar que se te ocurre es en ese lugar de hamburguesas al que has ido con Loui. El mesero ya los ubica y como siempre, te da pena. O miedo. O te hiere el orgullo. Quién sabe, pero preferirías no terminar allí, aunque signifique dinero.
Meh… ya consiguiete un buen trabajo, maldita floja. La vida es ahora. Suspiras… sí quieres, pero no estas lista para el mundo real. Tal vez podría esperar a que tengas el título en la mano, aunque quizá ya te aceptarían en un lugar o dos si les dices que ya sólo hacen falta un par de trámites y el exámen. Uuuy, el exámen, ahora sí estas asustada ¿Verdad? Mejor no hablemos de eso ahora… En fin, decía yo, consíguete un maldito trabajo ya. Mariana y Sergio ya tienen uno y no tienen el título ¿Por qué son mejores que tú?
Quizá podrías tomarte un semestre más. Aún te hace falta terminar ruso y quizá eso complique lo de tener un empleo con horario Godínez. Y podrías meter más materias en economía… oh, vamos, a quién engañas. No pasa de que pidas permiso de llegar un poquito tarde, de todos modos ruso termina a las 8:30, y en economía ya te dijeron que lo mejor es que empieces a meter las cosas en sabatino, nunca alcanzas ningún grupo bueno por alumna irregular… A todo le pones pretextos… No estarás pensando con el corazón ¿Verdad?
Lo sabía. Te preocupa que no haya tiempo de ver a Loui porque tu horario de trabajo y el de su maestría y sus empleos no compagine. Lo verías poquito y luego él se iría a Canadá el año que viene y entonces no lo verías nada y eso no está padre, porque a veces lo extrañas hasta cuando se ven dos veces por semana. Muy válido, sí, pero piensa con la maldita cabeza. ¿Vas a dejar que sólo él tome decisiones profesionales que los alejan? No es que sea venganza, pero un bebé tiene que hacer lo que un bebé tiene que hacer ¿Recuerdas? Haz lo que harías si él no estuviera y ya encontrarán el modo. Le dijiste a Loui que se irían a vivir juntos cuando tuvieras un empleo para que no fuera él el único cooperando… ¿So? Consiguete el empleo y al menos podrían cenar juntos y dormir juntos y se verían.
Ay. ¿En qué momento pasamos de no saber lo que éramos a querer vivir juntos? Sepa dios. En el momento en que comenzaron a regañarlos por la hora en que llegaban. Y llegaban tarde porque no querían despedirse. Las horas con él se pasan muy rápido. ¿Quieres o no? Sí, por supuesto que quieres. Te sorprende lo decidida que suenas, sobre todo porque él sigue creyendo que no lo haz hecho porque no quieres dejar a tu mamá. Meh, eso le dijiste la primera vez que lo sugirió porque no sabías qué más decirle. Como cuando te dijo que se casaran en el parque. Excepto “Joder, hombre, no me puedes decir si soy tu novia o tu qué y ya quieres vivir conmigo, what the actual fuck” Ok, no te alteres, él tampoco sabía qué demonios y lo importante es que ahora lo sabe.
Oh, I don’t know.
Decisiones, decisiones.
Tú preferirías esperar a que regrese del intercambio porque estarías sola un tiempo si no es así, pero podrías tener las dos sopas. Siempre has querido vivir sola, podrías pasar por eso mientras él no está. No te asusta irte con él, te asusta que tu madre tenga razón y no sea un buen momento. Lo malo de esperar a que sea un buen momento es que quizá nunca sea un buen momento, y entonces el mejor momento es ahora. Pero el que dijo que si vuelas muy alto peor será la caída también tenía algo de razón. Excepto que nunca has sido muy asustadiza. Como siempre: why not? Digo, te cuesta trabajo arrastrar tu trasero a hacer las cosas y él tiene educación casi militar para mover el trasero inmediatamente, pero vale, él ya sabe todas esas cosas que crees que podrían causar problemas y al parecer cree que puede vivir con ellas, y tú lo vas a intentar ¿No es cierto?
Ahí está. Consíguete el maldito buen trabajo.
A veces cuando dices que no sabes qué hacer ya tienes todo planeado.
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