Y te creas un caralibro, por el mero gusto de fingir ser alguien, porque a decir verdad no tienes que fingir del todo su personalidad. El mundo empieza a conocerte como Damon Salvatore. Empieza el roleplay que nunca planeaste jugar, con una Elena con quien creías que sólo inventarías historias.
Pero no. Empiezas admirando que tiene una vida, que baila ballet, que sale de compras con sus amigas. Te cae bien. “Silly boy” dice ella; Cree que eres un chico. Vaya, nunca planeaste parecer un chico, pero tiene sentido, no saben sus nombres, pero sí que tu vas al gym. ¿Cómo terminó gustándote? Quién sabe, pero sucede. ¿Se lo dirás? Por supuesto que no. Es tan genial. Las ojeras de noches platicando Out of Character valen la pena. Para ti siempre fue Canadian Girl, pero se llama Danielle. Te da señales de que le gustas. Oh my.
Se lo dices. ¿Porqué? Por gusto. Ontario está muy lejos, tu estás muy… ¿muy qué? ¿Sola, aburrida, necesitada? Es igual. Ella también se enamoró de ti. Seamos Savannah&John, seamos Elena&Damon, seamos Ethan&Danielle. Simplemente seamos.
Después de todo ¿Qué es lo peor que puede pasarnos, uh?
Moraleja: el RolePlay es peligroso.
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