So Long

Quería escribir desde hace mucho pero de algún modo al mismo tiempo no tenía palabras.

He estado tratando de volver a ser yo después de la crisis del año pasado, y aunque ya me siento mucho mejor la verdad es que todavía no llego ahí. Me completó mucho el alma que he vuelto a escribir. Releí mi novela y no porque la escriba yo, pero es tan buena que llegado un punto no podía soltarla. Así que decidí continuar y he podido escribir 17 páginas en esos seis meses. Ya tengo casi todo planeado hasta el final de la novela e incluso me andan llegando ideas para la continuación, así que por ese lado todo bien. También ayudó que decidí dejar de enojarme por lo que mis amigos decidieran hacer de su vida, y de un tiempo para acá nos dio por ponernos a ver series y películas por discord los domingos en la noche. Es muy divertido, y aunque extraño verlos, tampoco los extraño demasiado así.

En la maestría sigo valiendo madre. El mes pasado me volvieron a cambiar el tema. Pero bueno, al menos la tutora ya me está prestando más atención y estoy poniendo más de mi parte para que eso ya quede bien y pueda por fin avanzar. Supongo que regresando de vacaciones o una semana después ya podré tener algo más concreto. #Pray4Mirie

Además de estar ocupada con el zoomestre y esas cosas, tampoco pude escribir porque en febrero falleció mi tía María. Fue muy feo, Íbamos tan bien que de algún modo me convencí de que mi familia era inmune y pues no es así. Además, no supimos que estaba enferma, sólo cuando falleció. Me partió el alma que yo tuve que darle la noticia a mi mamá, cuando mi tía Mary era su hermana favorita, Mi pobre mamá creo que envejeció un poco con la noticia, a pesar de que no pudo ni llorar. Creo que las dos somos poco expresivas en ese aspecto. Pero yo sé que sufría, incluso estuve dando de desayunar y de comer poco más de una semana después de eso, ya que afortunadamente coincidió con las vacaciones.

Yo también la tenía en gran estima. Creo que era la tía que más me hacía sentir en familia. Las grandes reuniones familiares siempre eran en su casa, y siempre pasábamos navidad o año nuevo con ella, o al menos ibamos al recalentado después. A lo largo de mi vida me regaló muchas cosas bonitas: de pequeña un vestido azul marino con blanco de perritos; poco después una caja de música con forma de teléfono antiguo; una bolsa de Hello Kitty; lo último que recuerdo fue un perfume carísimo que huele delicioso: J’adore de Dior. Y ni siquiera era mi cumpleaños.









 

Admiraba mucho a esa tía, era como la Carlota Pickles de la familia. Siempre ocupada, siempre arreglada, siempre alegre. Con caracter fuerte, pero cariñosa. Si se te olvidaba su cumpleaños te rechazaba el abrazo y te decía que ahí para el año que venía. Siempre me trataba de “chulita” o “chata”. Nunca me hizo sentir una extraña en su casa. Tuvo una vida muy triste gracias a la mierda de marido al que sin importar lo que le hiciera, no podía dejar de querer. Cuando se emborrachaba en las fiestas le gustaba echar guipes y se ponía a llorar con las canciones tristes, pero aún así ella era una excelente persona.

De momento es muy raro, pensar que ya no está duele, pero a la vez creo que una parte de mi no se lo cree. Hace muchísimo que no la veía. Creo que la última vez que vino a la casa fue en diciembre de 2017. En septiembre de 2018 estuvo muy grave en el hospital al punto que creíamos que iba a morir, pero yo estaba enferma de la garganta y ella en cuidados intensivos, así que a pesar de que fui al hospital un par de veces, nunca entré a verla. Luego su familia se peleó con nosotros y ella se puso de su lado, y no volví a verla hasta poco antes de que empezara la pandemia, cuando mi mamá juntó un dinero que le debía y le fuimos a pagar. Sólo la vimos unos minutos.

Así que será con los años, o si algún día vuelvo a entrar en su casa y no verla ahí, que entenderé que ya no está de verdad. Ojalá no se hubiera ido, o hubiera tenido oportunidad de convivir un poco más con ella, pero bueno. Espero que donde sea que esté sea más feliz que aquí, y si existe la otra vida al menos ella verá al abuelo antes que yo.

Siendo sincera, también me impresionó un poco la noticia porque mi tía era sólo 5 años mayor que mi mamá y no me gusta la perspectiva de que mi mamá pudiera durarme tan poquito. Lo "bueno" es que mi tía había estado enferma de diabetes durante muchos años, y se cuidaba bastante poco, así que quiero pensar que eso fue lo que hizo que se fuera pronto y que no es un buen parámetro para medir lo que puede durar mi mamá. Todavía tiene que conocer a sus nietos y no quiero tenerlos muy pronto jajaja. 

En fin, el 2021 anda bastante intenso hasta el momento ¿Eh?
Sólo espero que mejore, para mí y para ustedes.
Abrazo desde la distancia.

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