Cómo cometer fraude electoral y no morir en el proceso

No quería venirles a hablar de política por que sinceramente, todo esto de las elecciones es abrumador y aún pensándolo llega un momento en que quiero gritar ¡Ya basta! y huir, pero realmente no me puedo quedar callada. Siéntanse libres de ignorar esta entrada más de lo que normalmente ignorarían cualquier entrada en este pedazo de blog abandonado.

 

El primero de julio me tocó estar en casilla. Bueno, más como que quise. Verán, fui sorteada por el IEDF como suplente y a las siete treinta ya estaba yo en casilla, moviendo mesas y sillas para acomodarnos. En punto de las ocho armamos las urnas y las mamparas, aunque después se rompieran y termináramos pidiendo a los del IFE que nos dejaran usar las suyas. Los del IFE me cayeron en el higadito por que llegaron en plan divas, corriéndonos de las primeras mesas ya que estaba todo acomodado “por que las elecciones federales son primero”. Cuando ya teníamos todo listo y estábamos recibiendo a los primeros ciudadanos, nos dijeron que dejáramos de recibir votos por que su presidente llegó hasta que se le dio la gana y a los ocho y media apenas estaban sacando sus materiales. En fin. Unas señoras todavía nos terminaron gritando a nosotros por la falta de organización. Bravo.

 

Por allí andaban los del canal del congreso así que tal vez salí en televisión. Difícil de saber ya que nadie lo ve, jiji.

 

Como sea, el punto es que a las ocho treinta o algo así, cuando ya estaba todo casi listo, me dijeron que siempre si llegaron todos los que tenían que llegar y no necesitaban suplentes, pero realmente estaban muy apresurados, entre llenar las actas, desprender las boletas, armar la mesa para las urnas, sellar lista nominal, marcar credenciales, impregnar dedo y cuidar que se depositaran los votos en el lugar adecuado…. Y yo ya estaba allí, así que me quedé a ayudar. Servicio a la comunidad y ganas de cuidar y aprender del proceso por que no me tocó ni playera, deja tú lo que pagaban por alimentación. Pero no me quejo, la verdad es que me divertí de lo lindo.

 

Hubo récord de votantes, aunque si me permiten quejarme no es, ni de cerca, suficiente. Trescientos sesenta y seis votos recibidos de quinientos treinta y cuatro electores en la lista nominal, apenas poco más del 68%. Vergüenza debería darles. En fin, fuera de eso no hubo nada relevante que mencionar de nuestra casilla, salvo el hecho de que todos, IFE y IEDF casi armamos revolución allí. Íbamos a mitad del conteo cuando ya estaban anunciando al ganador. ¿Disculpa? ¿Y para qué fregados sigo contando? Tengo catorce horas aquí, al menos en mi caso casi todas de pie, tengo sueño, me duele la espalda, no estoy muy de humor para las matemáticas pero aún así lo estoy haciendo ¿Y ustedes ya saben quién ganó? ¿Para qué me molesto entonces? ¿Para qué hacen circo maroma y teatro para hacer creer a la gente que ellos eligieron si ya sabían quién iba a ganar antes de molestarse en contar votos? Conteo aproximado mis ovarios, no es ganador si no se ha contado hasta el último voto. Además, casi todas las casillas terminaron la jornada pasada la media noche, no me explico cómo hacen sus conteos. En fin.

 

Como internacionalista que se respete, me pasé toda la mañana del día siguiente leyendo periódicos nacionales, pero sobre todo extranjeros (respetables) para saber qué habían dicho de nuestras elecciones, si es que le tomaron importancia. Y tal vez sea yo la que no tiene un punto de vista imparcial (de verdad necesito trabajar en eso), pero me sentí francamente agredida, tanta porquería sobre que “los mexicanos quisieron volver al pasado”, “el presidente de las telenovelas llega al poder” y cosas por el estilo. Aunque me quedo con The Independent, que fue —dentro de las notas serias — el más brutal pero el más exacto a la realidad.

"Mexico's old guard sailed back into power after a 12-year hiatus as the official preliminary vote count handed a victory to Enrique Pena Nieto, whose party was long accused of ruling the country through corruption and patronage."

Les juro que lloré por que a este país se lo tiene que llevar la chingada justo cuando yo estoy aquí, y en la flor de la vida. Y por que a pesar de que voté siento que no cumplí la misión que se me había encargado, de cuidar el futuro de un país que cada vez cae más y más bajo y cómo chingados no va a dar coraje algo así, digo yo.

 

PD: Me deslindo de cualquier movimiento estudiantil o político. Todas las opiniones antes presentadas pertenecen a la opinión personal de un sólo individuo, cualquier colectividad es mero sentido común.

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