Me puse a ver Anastasia, considerando que adoro Rusia, y obviamente la fascinante y trágica historia de los Romanov, esta es mi segunda película de dibujos animados favorita de todos los tiempos. En fin, justo estaba viendo aquel pedacito donde la abuela le confiesa a Anastasia que Dimitri no quiso la recompensa, y me puse a pensar en la primera vez que visite a mi familia paterna. Que quizá fue más o menos lo mismo, como encontrarme después de 14 años de estar perdida.
No, nada que ver.
De ningún modo mi abuela me llamó “mi niña” y yo le hablaba de usted. Quizá si me dijo que le dijera abuela, pero era demasiado impersonal para mi. Jamás me sentí parte de nada ¿Como rayos le iba a dar un título que jamás había portado? Era como llamar abuela a la primer viejita que me encontrara por la calle. Carente de todo sentido.
Y miren que me habría gustado pertenecer, por más que diga y clame que odio a mi padre. A veces sería bueno que la vida fuera como en los cuentos de hadas. Pero ahora hasta las princesas están en decadencia ¿o no?
corey | 18 de agosto de 2009, 8:29
Mira de que me enrtero, ya tenemos dos en comun, tambien amo rusia y tambien odio a mp padre XD jaja
por ma marihuana, nada de cuidado, pero =no lo he dicho con animo de molesttarles, paso de eso, pero bueno, siempre he preferido que mis padres sepan mis cosas aunque sea lo inimo (despues de todo, son la familia y si algo me pasa, ps ya le diran al doc, si, fuma, bebe, se droga etc) aunque suene mas aparatoso de lo que es.
Por la coca,a mi no me ha gustado, peo cada quien lo suyo no?
hasta entonces, un saludo y mis mejores deseos
T.S.S. Corey